Según los datos que presentó en la jornada, solo el 55 por ciento de las mujeres con discapacidad tiene estudios primarios. "Es necesario que las jóvenes con discapacidad se formen, porque sin formación serán más dependientes de las personas de su entorno", añadió. Y continuó: "tenemos datos que corroboran que la mujer con discapacidad sufre una discriminación múltiple" y es más vulnerable ante situaciones de violencia y/o malos tratos. La baja autoestima, el miedo a denunciar, las barreras de comunicación y accesibilidad a la hora de poner la denuncia, la dependencia del agresor, las dificultades de expresión y vivir en espacios propensos a sufrir abusos son algunos factores que hacen que las mujeres con discapacidad sean más vulnerables. Los abusos pueden ser físicos, emocionales, sexuales... y se pueden manifestar no solo de forma activa sino también de forma pasiva, por omisión o negligencia, como el abandono o la desnutrición. 

 

De las muchas recomendaciones que hizo para cambiar la situación, la directora del observatorio insistió en el empoderamiento de las mujeres y, como paso previo, la búsqueda de datos, la realización de estudios que ayuden a tener una "foto" de la situación a partir de la cual actuar. Asimismo, denunció la falta de accesibilidad de los centros de acogida para mujeres con discapacidad maltratadas.

 

Isabel Sánchez, vendedora de cupones, explicó su experiencia de víctima de violencia machista, en la que "como nosotras nos sentimos tan mal acabamos creyendo que somos inferiores" y se mostró muy agradecida a la ONCE por el apoyo que ha encontrado en la organización. A continuación, Judith Avellaneda, agente del Grupo Central de Atención a la Víctima de los Mossos d'Esquadra, explicó cómo actúa este cuerpo en el abordaje de la violencia de género, con qué recursos cuentan en el caso de las personas con discapacidad e hizo un llamamiento a que "también familiares, amigos y en general el entorno, denuncie las situaciones de violencia de género que conozca". Avellaneda habló de las dificultades de las víctimas para denunciar debido al vínculo afectivo y emocional que generalmente mantienen con el agresor y porque creen que no saldrán adelante, aparte de los sentimiento de vergüenza y culpa de la propia víctima: "todo esto es un plus que tenemos que trabajar".

 

Por su parte, Marta Capdevila, vicepresidenta de la asociación ACAPPS, sorda de nacimiento y dibujante, explicó su lucha como persona sorda oralista (habla y lee los labios) y cómo su afición y dominio del dibujo ha sido el origen de su profesión de ilustradora. Capdevila tiene cuatro hijos, uno de los cuales, Marcel, también sordo, "que habla, habla y no se calla". 

 

En la última parte de la jornada, Anna Delclòs, de la fundación Randstad, expuso la labor de esta entidad en la inserción de personas con discapacidad en el mercado laboral, así como los diversos programas que impulsa para facilitar a las empresas el cumplimiento de la reserva legal del dos por ciento de personas con discapacidad en las plantillas en las empresas de más de 50 trabajadores. 

 

En la última ponencia, la responsable del Servicio de Inserción Laboral de la Federación de Centros Especiales de Trabajo de Cataluña (FECETC), Ruth Trabal, explicó la pasión con que acompaña a las personas con discapacidad que buscan trabajo en su camino hacia la inserción. A diferencia de experiencias anteriores, que desaniman a las personas con discapacidad a la hora de buscar empleo, Trabal dijo que "hacemos un entrenamiento para el éxito y nos centramos más en la persona que en la discapacidad" porque "todos, con discapacidad o no, podemos trabajar", y "les hacemos ver que son capaces y descubrimos con el candidato todo lo que puede hacer". Desde la FECETC se dan herramientas: "trabajamos con pasión porque creemos en la igualdad". 

 

En la clausura, la secretaria técnica del Cocarmi, Meritxell Caralt, leyó, adaptado para que lo pueda entender todo el mundo, el manifiesto elaborado por el CERMI y la Fundación CERMI Mujeres con motivo del Día Internacional contra la Violencia Machista, que tiene lugar cada 25 de noviembre.

 

La jornada se organizó en convenio con el departamento de Trabajo, Bienestar Social y Familias de la Generalitat y con el apoyo de la fundación TMB (Transportes Metropolitanos de Barcelona) dentro de la campaña 'Muévete por las personas con discapacidad'.